La decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea (UE) en 2016 y la implementación del Brexit el 31 de enero de 2020, supone un cambio significativo en la política y economía del país británico y de la UE en su conjunto.
Desde entonces, múltiples informes y análisis se han publicado centrados en el impacto económico del Brexit. En este artículo, analizaremos las consecuencias económicas del Brexit sobre la UE.
Los efectos del Brexit pueden extenderse a múltiples sectores, siendo el principal la libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, lo que puede traducirse en grandes ganancias, y pérdidas.
Además, el Reino Unido es un actor que ha influido de manera significativa en las decisiones políticas de la UE tanto en el presente como en el pasado reciente y su marcha ha sido interpretada por algunos como la posible activación de un efecto dominó. En cualquier caso, a largo plazo, se verán las consecuencias económicas del Brexit.
El impacto del Brexit en el comercio
El impacto más directo del Brexit es la regulación del comercio entre el Reino Unido y los países de la UE. Como resultado, las empresas británicas tendrán que adaptarse a los nuevos acuerdos de comercio y certificación de normativas, lo que probablemente generará mayores costos y retardos en los trámites. Según reportes de la Comisión Europea, en 2019 la UE exportó 241,5 mil millones de euros a Reino Unido, representando el 6.9% de las exportaciones comunitarias.
Además, la UE importó 345,1 mil millones de euros de Reino Unido, es decir, el 5.9% de las importaciones comunitarias. Por lo tanto, la salida del Reino Unido de la UE supone una desviación de las relaciones comerciales en el continente. En tanto que más del 50% de las exportaciones británicas tienen como destino final los países europeos, es probable que las empresas que formen parte de la cadena de valor sufran pérdidas sustanciales en términos económicos.
El impacto del Brexit en la Inversión dentro de la UE
Otro sector que sufrirá las consecuencias del Brexit es el de las inversiones. Desde la popularización del Acuerdo de la Unión Europea en 1993, Reino Unido se ha consolidado como uno de los mayores flujos de inversión hacia Europa. De hecho, según el European Asylum Support Office, Reino Unido fue el segundo país con mayor número de solicitudes de asilo en 2018 con un total de 23.475, lo que supone el 8,3% del total en la UE. La inversión en el sector financiero y el fortalecimiento de cualquier empresa que buscaba entrar en el mercado europeo desde el Reino Unido también se verá afectada. Además, el Brexit también implica un cambio en la regulación de las inversiones, ya que se necesita aplicar una nueva legislación para empresas que deseen invertir en Reino Unido, lo cual implica una disminución del flujo de inversiones.
Desempleo
El Brexit también puede tener consecuencias negativas en la tasa de desempleo. Las personas que no tienen los puntos necesarios según el plan de inmigración del Reino Unido son obligados a abandonar el país británico.
Por lo tanto, los trabajadores que estén siendo considerados emigrantes, pueden probablemente ser rechazados por las empresas y sufrir un rechazo hasta que logren adaptarse a los nuevos requerimientos y generar una nueva oferta laboral. Con una tasa media de desempleo del 6,2% en la UE en el verano de 2020, la migración será un elemento clave para la cuestión del empleo.